EDITORIAL
EL IMAGINARIO DEMOCRÁTICO
El
concepto de imaginario es empleado como la construcción discursiva y simbólica
mediante la cual una comunidad se define a sí misma. Con este uso el término
escapa a la acepción común de una imagen mental, o del sentido más técnico que
le otorga el discurso psicoanalítico de diferenciación con lo Simbólico y lo
Real.
A 66 años de
esa gesta histórica que fue el 23 de enero de 1958 es bueno precisar algunas
consideraciones. Porque el problema de ese ayer no era solamente derrocar un
déspota. El problema era, por una parte, abrir campo a una inquietud social
para canalizarla hacia fórmulas provechosas de vida nueva y, por la otra, abrir
campo a un viejo ideal político de vida civilizada y digna, ensayado muchas
veces y muchas veces fracasado en el curso de nuestra historia.
Al día de hoy, no es
justo ni sería tampoco certero y sabio pensar que en Venezuela estamos
realizando por primera vez el ensayo de la libertad. El ensayo de la libertad
lo hemos hecho ya muchas veces, y porque lo hemos hecho y porque la libertad se
ha perdido, porque ha naufragado en los escollos de la incomprensión, de la
ambición y del egoísmo, por eso Venezuela cuenta con una dosis de experiencia
que le ha ayudado y debe continuar ayudándola hacia la conquista de una
realidad positiva. Una Nueva Republica en la Venezuela Posible.
En algunos países ha
sido frecuente en la historia el que haya revoluciones pacíficas, pero
que sólo son la antesala de grandes conmociones sociales. En Venezuela hemos
podido ir superando etapas muy difíciles y mirando hacia atrás podemos decir
que la táctica no estuvo equivocada. Todos aquellos que no tuvieron amplitud de
espíritu para comprender el proceso de la unidad, para comprender el movimiento
del país hacia la conquista de sus libertades, en medio de una vida ordenada y
sana, hoy, cuando miran un poco a la distancia tendrán que reconocer, si son de
buena fe, que el camino escogido era verdaderamente el camino del servicio a la
patria venezolana.
Hoy estamos en el rumbo del camino que se empezó
a abrir con las primarias del 22 de octubre de 2023. No es el momento ni sería
sensato abandonar ese camino. Si la unidad nos llevó al triunfo, es la unidad la que
puede llevarnos a convertir en una democracia pacífica los anhelos de libertad
que han estado moviendo siempre a nuestro pueblo.
Que tenemos problemas
por resolver y muchos, cierto es; problemas políticos graves, problemas
sociales muy hondos, problemas administrativos difíciles, pero la manera de
resolver los problemas es manteniendo nuestra fe en nosotros mismos,
manteniendo la fe en la patria venezolana, manteniendo la convicción y la
alegría de que el encuentro con nosotros mismos es ahora y en la hora exacta
del momento actual, es el llamado, es la definición clara y categórica de la
liberación a realizar. Para que tengamos fuerza, hombro a hombro, en el camino
de la comprensión y del entendimiento, para llevar hacia adelante a nuestra
patria y para cumplir la obra. Porque la libertad es un don pero también es un delicado
compromiso.
Hay grandes
peligros, peligros de toda índole, peligros de ser arrollados por los que no
pueden vivir dentro del sistema democrático, peligros de ser arrollados por
nosotros mismos cuando la incomprensión o el egoísmo han tratado de abrir
brecha en el frente magnífico de la Unidad Nacional.
Bueno es recordar que
la jornada del 23 de enero de 1958 tuvo en Venezuela características
verdaderamente excepcionales: la revolución de enero fue, y esto hay que
estudiarlo y recalcarlo muy bien, una revolución sin caudillos; los jefes de
los grandes partidos estaban todos en el exilio. El movimiento fue, pues, un
movimiento espontáneo, vigoroso, común, en el que no se conocían ni siquiera
los integrantes de los principales cuadros de resistencia que tuvieron que
actuar en el momento de la restauración democrática. Todos entendieron
que era el
momento de la acción común.
Era toda
Venezuela la que había comprendido a través de un proceso de maduración y de
incomprensiones que se fueron limando progresivamente, que era la ocasión
oportuna para reconquistar su dignidad.
No nos hagamos ilusiones: el año que hemos pasado ha sido un año sumamente difícil. En ningún país del mundo la transición del despotismo a la libertad se hace sin dificultades ni problemas. En ningún país del mundo un cambio de régimen tan radical como el que Venezuela vive puede realizarse sin peligro. Por ello debemos estar preparados y en eso andamos.
El 22 de octubre se dio un mandato claro, se hizo una gran convocatoria de la gente y se habló al país. Logramos la identificación de un liderazgo y una unidad de propósito, una unidad de objetivo. Maria Corina Machado (La Dama de la Esperanza, como nos gusta llamarla) con su liderazgo es la que puede llevarnos a convertir en una democracia pacífica los anhelos de libertad que han estado moviendo siempre a nuestro pueblo.
Acompañada con la representación de más de 20 partidos y sectores de la cultura, educación, laboral, influencers, enfermería, medicina, defensores de DDHH, comunidad indígena, universidad, ecología, mujeres y jóvenes. Se ha constituido el Equipo Operativo 600K, más de 600 mil ciudadanos que sabemos que tenemos este año un compromiso electoral. Haremos de ella la próxima presidente de la Venezuela Posible.
Nadie nos va a sacar del foco electoral. No se puede arrebatar lo que es un sentimiento nacional, una convicción, un modelo de cambio político. Esta es una lucha ética, existencial y espiritual.
Pongámosle reemplazo a este estado de oprobio y manos a
la obra… para que la buena política se imponga.
Síguenos en X @rumbopropio1
Contáctanos en RumboPropioVE@gmail.com
CONSEJO FUNDACIONAL
Editorial
22 de enero 2024
Comentarios
Publicar un comentario