4 de diciembre 2023 EDITORIAL- ¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LAS DISPUTAS TERRITORIALES?

 


EDITORIAL

 

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LAS DISPUTAS TERRITORIALES?

 

¿Es justo el reclamo de Venezuela y la zona del Esequibo debería estar bajo su soberanía? ¿Es posible en el corto plazo?  Con una extensión territorial mayor a la de Cuba o Grecia, incluso mayor a Inglaterra, por decir de algunos países, el Esequibo es un territorio lleno de minerales y otros recursos naturales cuya diversidad es una de mayores del mundo. Venezuela y Guyana tiene 182 años peleándose su soberanía. La Guayana Esequiba es un territorio sujeto a una de las disputas territoriales más antiguas de América del Sur. Venezuela considera al Esequibo como una “zona en reclamación” y suele incluirla en sus mapas con un rayado, mientras que Guyana, quien la controla y administra, tiene allí seis de sus diez regiones administrativas.

Las disputas territoriales frecuentemente dan lugar a tensiones diplomáticas, económicas y militares entre dos o más Estados. Las disputas territoriales a menudo generan inestabilidad política e incertidumbre respecto de qué Estado controla y ejerce autoridad sobre el territorio en disputa. Históricamente, las disputas territoriales han desembocado en muchas ocasiones en conflictos armados. Sin embargo, muchas disputas territoriales finalmente se han resuelto de manera amistosa, ya sea mediante negociaciones o mediante un mecanismo de solución de disputas. El primer método consiste en la celebración de un tratado de límites que establece el acuerdo de los Estados sobre cómo delimitar sus territorios. Esto último implica a menudo la decisión vinculante de un organismo de solución de controversias, como la Corte Internacional de Justicia o un tribunal arbitral, sobre cómo asignar el territorio en disputa a los Estados contendientes.

Para entrar en contexto. ¿Qué es una disputa territorial? Una disputa territorial es un desacuerdo entre dos o más Estados sobre qué Estado ejerce soberanía sobre una determinada parte del territorio. Las disputas territoriales se dividen en dos categorías diferentes. Ciertas disputas territoriales afectan a la totalidad del territorio de un Estado, lo que resulta en un desafío a la existencia de ese Estado. Otras disputas territoriales sólo afectan a parte del territorio de uno o más Estados y se refieren a la colocación de una o más fronteras que delimitan el territorio sobre el cual cada Estado ejerce soberanía. El derecho internacional establece las normas que rigen el control y la transferencia de territorio.

Las disputas territoriales pueden surgir de diferentes formas. Por ejemplo, una disputa territorial puede desencadenarse por el intento de un Estado de conquistar territorio perteneciente a otro Estado. Otro ejemplo es el caso de una entidad que busca independizarse de un Estado. Tal entidad podría, por ejemplo, invocar el derecho de su población a la libre determinación para argumentar que constituye un nuevo Estado independiente que ejerce soberanía sobre el territorio en el que vive dicha población.

Más allá de su riqueza y los grandes yacimientos de petróleo que se han hallado allí, el territorio es conocido por ser una zona que enfrenta a los dos países y la cuestión sigue formalmente sin resolver corriendo el riesgo de tomar un giro indeseable que pone en peligro la paz en la región.

Un poco de historia sobre el diferendo. El Tratado de Ginebra, firmado por Venezuela, el Reino Unido y el antiguo Gobierno de la Guayana Británica en febrero de 1966, las partes necesitan ponerse de acuerdo para encontrar una solución práctica, pacífica y satisfactoria a la disputa. Tras la expiración del plazo acordado para encontrar una solución, en 1970, los presidentes de Venezuela y Guyana firmaron el Protocolo de Puerto España, una moratoria de 12 años sobre la reclamación de Venezuela. Una vez más no se llegó a ningún acuerdo y desde 1983 Venezuela ha retomado los reclamos sobre esta región, a veces denominada "zona en recuperación". Para Venezuela el territorio al oeste del río Esequibo no pertenece legítimamente a Guyana.  

El territorio al oeste del río Esequibo ha sido históricamente reclamado por Venezuela. Guayana Esequiba es un área de 159.500 km² hoy controlada por Guyana y dividida en seis regiones administrativas: Islas Esequibo-Demerara Occidental, Alto Takutu-Alto Esequibo, Potaro-Siparuni, Barima-Waini, Pomeroon-Supenaam y Cuyuni-Mazaruni. 

En 1966 Venezuela, la Guayana Británica y el Reino Unido acordaron resolver las disputas territoriales en el Tratado de Ginebra. Posteriormente ese mismo año Venezuela reconoció a Guyana como estado independiente pero cuyos territorios comenzaban al este del río Esequibo. En 1969 estalló una rebelión independentista en la Guayana Esequiba, el Levantamiento de Ruununi, que fue neutralizada por las Fuerzas Armadas de Guyana . El acuerdo suscrito por el Tratado de Ginebra no se alcanzó y, a pesar del Protocolo de Puerto España firmado en 1970, aún no se ha encontrado solución al diferendo fronterizo Guyana-Venezuela. Los desacuerdos se han extendido también a las zonas marítimas en disputa. La Armada de Venezuela detuvo en 2013 un barco de exploración petrolera encargado por el Gobierno de Guyana en las aguas territoriales en disputa. 

Sin embargo, aunque el reclamo venezolano ha persistido durante todo este tiempo, el desgobierno actual ha elevado su voz progresivamente desde 2015, cuando se descubrieron vastos yacimientos de petróleo en la zona. Las tensiones entre Venezuela y Guyana aumentaron en áreas costeras de la zona en disputa. Hasta la fecha, la multinacional ExxonMobil y sus socios han realizado 46 descubrimientos que han elevado las reservas de petróleo de Guyana a alrededor de 11.000 millones de barriles, lo que representan cerca de 0,6% del total mundial.

Los inesperados hallazgos han hecho que Guyana, un país de 800.000 habitantes, se convierta en una de las economías de mayor crecimiento en el mundo y se espera que su PIB crezca 25% este año, tras haberse expandido 57,8% en 2022.

El petróleo en las costas cercanas a los territorios en disputa puede hacer que la resolución del conflicto sea más difícil que nunca.

Recientemente. El 29 de marzo de 2018, Guyana inicio un procedimiento contra Venezuela en la Corte Internacional de Justicia con el fin de “confirmar la validez legal y efecto vinculante del Laudo Arbitral de París» con respecto al límite entre ambas naciones.

El pasado 15 de noviembre, Georgetown acudió a la instancia internacional para solicitar la suspensión de la consulta prevista para el 3 de diciembre, alegando que abre el camino para que Caracas anexione el territorio en reclamación «por cualquier vía».

Justo el pasado viernes 1º de diciembre la corte emitió un veredicto sobre las medidas solicitadas por Guyana contra el referendo consultivo convocado por el desgobierno a los ciudadanos venezolanos sobre el Esequibo que se celebro ayer domingo 3 de diciembre, Declarando su rechazó los argumentos presentados por Venezuela y, de esta manera, pasará a pronunciarse sobre el “fondo” del caso para determinar si el laudo arbitral de 1899 es válido  e irá a juicio para definir el reclamo de Guyana por el Esequibo. Por 14 votos a 1 determino que puede decidir sobre el fondo de la controversia con la República cooperativa de Guyana. El desgobierno de Venezuela por su parte reaccionó asegurando que “no reconoce” este mecanismo judicial como medio de resolución de la controversia y ratificó que el Acuerdo de Ginebra es el “único instrumento válido” para resolver la disputa territorial.

La decisión de la corte es un revés para Venezuela que pone de relieve que la estrategia de defensa del Territorio Esequibo fue errática. Sin embargo, el fallo tiene innumerables imprecisiones sobre el fondo del asunto, que justamente deben llevar a la mejor defensa del caso por parte del desgobierno. Venezuela debió desde el momento que la corte declaro su competencia para conocer del caso, pedir  que cesara la explotación de recursos por parte de Guyana en el Esequibo.

Mas allá de referendo consultivo celebrado el 3 de diciembre  por el desgobierno, que no importando cual haya sido su resultado, no es vinculante para los efectos de la disputa. Nuestro pais tiene la responsabilidad de tener lista, a más tardar el 8 de abril del 2024, toda una contramemoria y fundamentada de manera impecable que recoja los argumentos históricos que sustenten el derecho de nuestro país sobre el Esequibo y afrontar así la audiencia en la Corte. Nosotros en Rumbo Propio no vemos otra solución a la vista.


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4 de diciembre 2023


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