18 de septiembre 2023 EDITORIAL.- NUESTRA VISIÓN DE UNA VIDA PRÓSPERA

 

EDITORIAL

NUESTRA VISIÓN DE UNA VIDA PRÓSPERA

Vivimos en un momento crucial de nuestra historia republicana. La ola de cambio está sucediendo y nos presenta grandes oportunidades. Queremos ser uno de los agentes del cambio político que aceleran esta transformación.

Nuestro objetivo es ayudar a los más vulnerables a superar la pobreza y experimentar plenitud de vida.

Imaginamos un país donde los ciudadanos tengan las herramientas y los recursos para vivir una vida plena. Un mundo donde la economía opere en armonía.  El empoderamiento de los grupos marginados y las soluciones energéticas inteligentes hasta los negocios de economía circular. La economía opere en armonía con la naturaleza y dentro de los límites de nuestras capacidades como sociedad. 

Si queremos influir en el comportamiento de otras personas, entonces necesitamos desarrollar la confianza. El núcleo de la confianza en las interacciones persuasivas es la autenticidad: el grado en que la gente piensa que la cara pública que has adoptado se ajusta a quién eres realmente por dentro. Cuando las personas sienten que les estás diciendo cosas en las que realmente crees, es menos probable que se muestren escépticas en sus interacciones contigo.

Es allí donde Rumbo Propio como organización política quiere llegar. Que sus propuestas no solo sean creíble sino absolutamente factibles.

En esta Venezuela quebrantada por la desesperanza, nos esforzamos por traer justicia, paz, reconciliación y curación a través de nuestras propuestas a los más pobres entre los pobres. Estamos llamados a poner fin a su sufrimiento y asociarnos con ellos para transformar vidas. Para retomar la senda de la prosperidad. Un país con bienestar en libertad.

A tomarnos el tiempo en verdadera acción para evaluar las necesidades de cada comunidad e individuo y ayudarlos a lograr un futuro mejor. Pensamos que la mejor manera de avanzar es aprendiendo juntos: al cerrar la brecha entre los desposeídos y los pudientes. Seguros estamos que podemos identificar los problemas actuales y transformar el futuro de nuestra sociedad. El ejemplo en otras latitudes sobra como muestras.

Creemos en la dignidad, la singularidad y el valor intrínseco de cada individuo que habita en esta tierra de gracia.  Nuestra palabra y nuestro compromiso con la gestión eficiente de los recursos serán la base desde la cual brindamos los máximos beneficios y oportunidades a todas las comunidades e individuos de todos los segmentos poblacionales sin distingo, ni coerción.  

No podemos cambiar la situación solos. Dependemos unos de otros para conocernos, comprendernos y evaluarnos mientras aceptamos la gran responsabilidad de la participación conjunta, los objetivos compartidos y la responsabilidad mutua. Eso lo sabemos y es allí que el factor confianza es fundamental.

Sabemos qué nivel de experiencia y sensibilidad se requiere y estamos dispuestos a tomar las medidas adecuadas para garantizar que se satisfagan todas las necesidades. Sólo mediante un desarrollo sostenible de mediano y largo plazo podremos superar las condiciones difíciles y las privaciones económicas y sociales complejas y profundamente arraigadas. Sabemos que podemos enfrentar una situación nueva y única en cualquier momento, por lo que fomentamos la innovación, la creatividad y la flexibilidad para determinar el mejor curso de acción. Creemos que el aprendizaje, la reflexión y el descubrimiento son una forma de crecer y tener éxito en la gestión de gobierno. Estamos preparados para ello. El mejor equipo de expertos en todas las áreas de políticas públicas nos acompaña.

No es descabellado pensar en una nación de emprendedores. En un país de propietarios. Pensemos en la facultad de la gente de transformar sus activos en algo productivo.

¿Por qué la génesis del capital se ha convertido en un misterio semejante? ¿Y por qué nunca nos explicaron cuán indispensable es la propiedad formal para la formación del capital?

Los grandes economistas clásicos como Adam Smith y, más tarde, Karl Marx consideraban el capital como el motor de la economía de mercado. En “La riqueza de las naciones”, Smith hizo énfasis en lo que constituye el meollo del misterio que intentamos desentrañar: si queremos que los activos acumulados se vuelvan capital activo y pongan en marcha una producción adicional, deben ser fijados y realizados en un objeto o actividad productiva en concreto. La conclusión que extraemos de Smith es que el capital no es el stock de activos acumulados sino su potencial para dar lugar a una nueva producción. Ese potencial es, por supuesto, abstracto. Debe ser procesado y fijado en una forma tangible antes de poder liberarlo, exactamente como el potencial de energía nuclear del ladrillo de Einstein.

El principal problema de los países en desarrollo y de los que fueron comunistas no es la falta de espíritu empresarial: en los últimos 40 años los pobres han acumulado millones de dólares en bienes raíces. De lo que carecen los pobres es de un fácil acceso a los mecanismos de propiedad que les permita aprovechar legalmente el potencial económico de sus activos para producir, afianzar o garantizar mayor valor en un mercado de nuevas dimensiones.

Si, lo que estamos planteando es la aplicación del modelo de desarrollo de nuestro ideario de CAPITALISMO LIBERAL  para esa Venezuela Posible, he aquí algunas premisas que nuestra organización Rumbo Propio presenta como ineludibles para alcanzar la meta de la Venezuela del Primer Mundo.

Un País de Ciudadanos con VIDA, LIBERTAD Y PROPIEDAD. ¡Es hora y momento de cambiar! SI a la libertad. Restablezcamos la  Ley y el Orden con un NUEVO IDEAL NACIONAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA REPÚBLICA.

Primero: Derecho a un Gobierno que cumpla sus funciones. 

Si, la ciudadanía, el pueblo, tiene perfecto derecho, luego de elegir libre, democrática y pulcramente un gobernante, a exigir un gobierno que cumpla con las funciones que la Constitución y las Leyes le atribuye en un Estado, un gobierno y una sociedad democrática y plural. Entre las funciones podemos citar las siguientes: a) Brindar seguridad externa e interna a las personas y sus bienes, a los derechos individuales y libertades; b) Administrar justicia pública imparcial y expedita, que resuelva conflictos, y que obligue a los responsables de los crímenes a restituir o compensar a sus víctimas; c) Contratar la realización y mantenimiento de las obras públicas.

Segundo: Derecho a un Gobierno respetuoso y limitado.

Si, que respete al ciudadano y este limitado constitucional y legalmente en funciones y atribuciones y en gastos. Obligado por ley a ser conciliador. Impedido de crear privilegios. Oír, reunirse, dialogar y respetar la oposición, la cual debe ser, a su vez, respetuosa y autónoma, no depender financieramente del gobierno y presentar cuentas al órgano competente.

Un Poder Judicial separado de las otras ramas del poder publico, que conozca y sentencie en conflictos entre los particulares, entre los particulares y el Estado y entre los servicios y departamentos del Estado.

Una democracia plural limitada: ninguna mayoría popular, por amplia o numerosa que sea, está autorizada a menoscabar las libertades y derechos ya consagrados y conquistados por los ciudadanos.

Tercero: Derecho a un Estado neutral.

Si, derecho a que el Gobierno no se entromete en la vida privada y en la conducta de los ciudadanos, ni pretenda decidir por reglamentos lo que éstos pueden, deben o no deben hacer. Y que salvo la promoción y defensa de las garantías consagradas en letra y espíritu de la Constitución y Leyes y Convenios Internacionales y Humanos, el Gobierno y el Estado no les instruya en lo que deben o no deben pensar, creer o sentir.

Cuarto: Derecho a unos impuestos moderados.

Los impuestos, en nuestro caso, País con renta petrolera y minera, con ingresos de varias fuentes, para las personas físicas, deben ser moderados y con el único fin de compensar los gastos incurridos por la prestación de los servicios estatales, uniformes y no progresivos, planos y sin excepciones, neutrales y no discriminantes y estables en el tiempo.

Quinto: Derecho a un Gobierno libre de deudas.

Imposible cero deuda externa; pero mínima, si. Solo por vía de excepción se admitirían emisiones de bonos y nada más que para obras públicas extraordinarias -sirviendo su colocación a modo de consulta popular sobre las mismas-, o en caso de calamidades públicas extraordinarias y realmente imprevisibles. Mercados libres de monopolios y oligopolios. Reconocimiento y defensa de la propiedad privada, y de las libertades de empresa, de comercio e industria, de cambio y demás libertades económicas.

Sexto: Derecho al uso de una moneda libremente escogida.

Si, la moneda a usar debe ser escogida a voluntad de las personas, para toda clase de pagos y contratos, negocios, presupuestos y estados contables, empréstitos y deudas, depósitos y cuentas bancarias. Libertad de empresa y comercio.

Séptimo: Derecho a participar en las privatizaciones de activos y empresas estatales.

El Estado y su Gobierno pueden ser propietarios y/o copropietarios de recursos naturales y activos económicos, inmuebles, instalaciones y equipos que solo requieran para sus funciones y privatizar todas las demás mediante tres modalidades: internacional, nacional y popular. Los ciudadanos de a pie también tienen derecho a participar y ser propietarios y/o copropietarios de bienes que estaban en manos del estado y/o gobierno.

Octavo: Derecho  a  competir  en  mercados  abiertos  y libres de reglamentaciones estatistas.

Si, se deben derogar todas las actuales reglamentaciones estatistas para actividades privadas económicas y mercados de bienes, servicios y factores. Las empresas privadas cumplen sus funciones propias naturales sin derechos o deberes especiales fijados por el Estado y sujetas a la disciplina del mercado. Hay que propiciar la competencia en la globalidad, en el comercio internacional.

Este derecho se fundamenta en las libertades de pensamiento, investigación y expresión, de información, de culto y demás libertades individuales y reconocidas internacionalmente.

Noveno: Derecho a contar con instituciones, grupos y asociaciones como gremios, medios de comunicación, partidos políticos, iglesias y congregaciones religiosas totalmente libres de cualquier tipo de intromisión estatista.

Estas entidades privadas cumplen sus funciones propias naturales en competencia, sin subsidios, ayudas, ni reglamentaciones estatales que les brinden privilegios, y/o les fijen especiales obligaciones o condiciones de funcionamiento y actividades.

Décimo: Derecho a participar en las privatizaciones de los institutos estatales de enseñanza, atención médica y de previsión.

El Estado no requiere ser propietario de todos estos institutos y muchos de los que ahora son del Gobierno han de privatizarse, de preferencia, mediante su entrega en plena e irrestricta propiedad a sus operadores, a cambio de las obligaciones pendientes. A este efecto serán constituidas sus respectivas sociedades por los maestros y profesores; por el personal médico, paramédico y de enfermería; y por los funcionarios y empleados; y también, en cada caso por los empleados administrativos y obreros de todos estos institutos actualmente estatales. Análogamente serán privatizados los entes estatales de deportes, recreación, cultura, ciencia, tecnología, artes, etc., cuyas funciones no son las propias y naturales del Estado.

Son también titulares de este derecho las empresas. Y asimismo los gremios empresariales, profesionales y técnicos, y sindicatos obreros, que en el Sistema de Libre Empresa cumplen importantes funciones naturales propias: a) Intermediación (Bolsas de Trabajo) en un mercado laboral libre, sin privilegios y en forma pacífica. b) Capacitación profesional y enseñanza, sin pretensiones exclusivistas. c) Gestión y administración de Centros Médicos y Cajas o Fondos de Pensiones y Jubilaciones, también en régimen de abierta y libre concurrencia.

Decimoprimero: Derecho a los cupones (cupos y/o subsidios) en educación, cuidados médicos y previsión, en casos de vulnerabilidad social  parcial o extrema.

Mientras haya personas en situación de pobreza extrema, incapaces por esta razón de cubrir sus gastos educativos, médicos y seguros, sólo ellas tienen derecho a reclamar ayuda y asistencia estatal a estos fines y el gobierno a proporcionárselos. Y sólo en cupones reembolsados por el Estado a la institución prestataria en educación, cuidados médicos y previsión que haya elegido el beneficiario para su atención, sea de las privatizadas o de las actualmente privadas; y todas ellas compiten en igualdad ante la Ley.

La sociedad capitalista, es el ambiente ideal para el mejoramiento y crecimiento continuos de cada uno de sus integrantes. En ella las estructuras culturales, económicas, filosóficas, políticas, religiosas y, en general, sociales, es el resultado de la acción conjunta y coordinada de todos sus integrantes. Por el contrario de las sociedades socialistas, donde todas ellas responden a la creencia y voluntad del mandamás de turno, que impone su poder.

Nuestra filosofía está basada justamente en un profundo respeto por el ser humano y por sus derechos. Confiamos en que esta orientación, centrada en el ser humano y en la libertad con responsabilidad, es la única capaz de crear progreso y prosperidad, tanto material como espiritual. Lo nuestro es una verdadera revolución moral.

Por eso decimos que el Capitalismo Liberal es la única y verdadera esperanza de los pobres y los excluidos. En ese sentido avanzamos en la Ruta Ciudadana Reto 2024 acompañando a nuestra abanderada, María Corina Machado, en su legítima aspiración de convertirse en la próxima presidente de esta Tierra de Gracia.

  

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18 de septiembre 2023

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