EDITORIAL
LA RECONSTRUCCIÓN DE LA REPÚBLICA
Venezuela emprende un nuevo camino que se espera sea una vía de renovación y reconstrucción. No es solo una reconstrucción económica, social y política. Además es menester en la ética también.
La pesada herencia que deja el desgobierno socialista que se va, será un lastre tremendo para el gobierno que viene, quien, a no dudarlo, deberá asumir los costos de una dilatada gestión fracasada, mediante la cual se procuró sistemáticamente, a lo largo de 24 años desgobierno, saquear los recursos de la nación con el único propósito de llenar sus bolsillos a más no poder, y la banda de secuaces que instalados en prácticamente todos los sectores del estado nacional. Llegando inclusive a tratar de infiltrarse en las familias, provocando graves disensos, enfrentamientos, divisiones y una diáspora de más 7.000.000 de compatriotas marcaron una política caracterizada por el peculado, corruptela y la rapacidad, de una manera que los registros históricos del país no tienen precedentes.
La tarea del nuevo presidente, que estamos seguros será María Corina Machado. Estará ingente y no exenta de dificultades. Esencialmente si se tiene en cuenta que las hordas del socialismo depredador, que soñaron seriamente con el poder eterno, y vivieron a costa de la ciudadanía, sobre todo la trabajadora, la realmente productora de bienes y servicios cuyo destino, las mas de las veces, no fue otro que el de las inagotables alforjas del desgobierno, no se van a resignar fácilmente a verse forzados a vivir honestamente. La honestidad es, a esta altura, algo que visiblemente han perdido, fruto de tantos años usufructuando la maquinaria del poder en el sólo y exclusivo beneficio propio.
Los venezolanos que votaremos por el cambio deberemos estar no sólo consciente de estos desafíos, sino y por sobre todas las cosas, dispuestos a acompañar a su presidente en la difícil tarea de reconstrucción que tiene por delante.
Pero, al mismo tiempo, ello implica resistir las fuerzas de la reacción de quienes apañados por el poder y la impunidad que creyeron el mismo les daba, se encontraran decididos a sabotear la labor de reedificación de un país que recibiremos literalmente en ruinas. En algunas cosas, hay, sin duda, que comenzar desde cero, y en muchas otras, desde bajo cero.
Antes de la experiencia nefasta del desgobierno socialista y corrupto, que no se había vívido hasta ahora y la devastadora demolición de todo lo que había en pie que arrasaron primero con las instituciones, para seguir con la moral, la ética, la educación, los valores republicanos y con la economía como un todo. El daño que han infligido es enorme, y los costos, a esta altura, todavía nos resultan incalculables. Difícilmente pueda encontrarse en la historia reciente de Venezuela una situación de decadencia similar a la que dejaras estos depredadores del erario público.
Fuimos unas de las pocas voces que advertimos lo que sucedería y que finalmente ocurrió. Sólo hacia el final de la tiranía socialista muchos hoy ven lo que a nosotros siempre nos pareció evidente. Y no es que estuviéramos dotados de facultades especiales, ni paranormales que nos permitieran presagiar lo que para los demás no era indudable. Simplemente que reparamos en rasgos, gestos, actitudes, palabras, silencios, etc. que más tarde se iban transformando en concretas medidas de desgobierno que, lamentablemente, marchaban paulatinamente apuntando en la dirección que nos temíamos y que anunciábamos aquel momento en vano, como una voz que clama en el desierto. Pero éramos muy pocos los que veíamos venir el desastre inexorablemente al colapso total. La realidad de hoy en día.
En definitiva, la república y aun cuando más del 75% u 80% se halla sumergida, todavía hay esperanzas de reflotarla, esta vez de la mano de un Nuevo Ideal Nacional que no es otro que el Capitalismo Liberal.
La diferencia en este caso de regímenes anteriores, ningún otro arruino al país como lo ha hecho este. Sin embargo es posible, si se dan dos condiciones que, a primera vista, nos parecen básicas: 1º Neutralizar las fuerzas destructivas del socialismo depredador y destructivo. Hay que tener en claro que esta secta no será un simple partido de oposición, sino que será (en caso de subsistir) lo que ha sido desde su ascenso al poder: un torrente de destrucción. 2º Acompañar las medidas de cambio del nuevo gobierno siendo conscientes de que requerirán esfuerzo y sacrificios, en la exacta medida del esfuerzo y sacrificio que exige para una familia que encontró su casa tomada, saqueada y destruida por una banda de ladrones, restaurar todo lo perdido una vez que pudo recuperar su hogar. Este es, análogamente, el estado en que la ciudadanía descubre al país luego de esta amarguísima experiencia de más de dos década de latrocinio.
El presidente de
nuestra organización Rumbo Propio, el economista Néstor Suárez,
lo ha propuesto en todos los auditorios donde ha tenido oportunidad de
desarrollar la tesis que pregonamos. Hay
que DESESTATIZAR la sociedad venezolana. Si pequeños
países superpoblados y sin recursos naturales, pudieron salir adelante y crecer
espectacularmente después de sus terribles crisis y destrucción, como Singapur,
Israel, Irlanda. Venezuela está sobrada para lograrlo. ¿Que falta en
Venezuela para desestatizar la sociedad venezolana y construir nuestro Rumbo
Propio a una economía de Libre Mercado? Cuatro cosas nada más: Un Liderazgo
Moral entrenado y preparado en este relato Liberal Clásico dispuesto
a enterrar la estatización y el socialismo empobrecedor y esclavizante, una
fuerte corriente de opinión y gran legión o fuerza ciudadana, un partido
político ideológicamente claro, y una estrategia. Hay razones para ser
optimistas. Hay que desestatizar y privatizar, para que la gente se capitalice,
gane más y viva mejor.
Es por ello y muchas razones más que tenemos que cambiar la mentalidad y cultura estatista que ha predominado. Salir del pensamiento marxista y socialista. Por eso necesitamos una vigorosa Campaña de Alfabetización política en toda Venezuela.
Lo que Venezuela ha tenido en el pasado y el presente es estatismo, y ha fracasado. Lo que tiene ahora es Socialismo, que es el estatismo llevado al extremo. Lo que Venezuela necesita es lo opuesto: Gobierno Limitado, la única salida hacia el Orden y la Justicia, el Progreso, la Prosperidad y el Bienestar general.
En un solo enunciado: la creación, fomento y desarrollo del activismo político de nuestros afiliados como los Emprendedores Sociales como agentes del cambio para el porvenir.
Seremos una nación próspera cuando dejemos atrás el socialismo
hambreador y pongamos a Venezuela de primera en toda la región de la mano de
la próxima presidente: María Corina Machado.
CONSEJO FUNDACIONAL
Editorial
26 de junio 2023
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